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JAF, de nuevo en sus zapatos de blues

Anduvo dando vueltas desde temprana edad, allá por el oeste del conurbano bonaerense, fuera de la gran ciudad. A los 10 años, Juan Antonio Ferreyra (JAF) formó su primera banda, La Máquina Infernal, que lideró como guitarrista y cantante. Ensayaban en su casa de Ituzaingó las canciones de Creedence Clearweater Revival, The Beatles y Ten Years After (además de las propias) que años después saldrían a tocar en los clubes y bares de zona oeste.

La Máquina Infernal lo hacía vibrar de emoción, cuenta luego en «Mis zapatos de blues», canción que fue parte de su tercer disco solista, Salida de emergencia (1991). Pero, cuenta allí, le “faltaba ver la luz”.

A los 20 años, en 1980, lideró la Banda Marrón, compuesta por Antonio Manuel García López (hermano del Negro García López), y Beto Topini (luego baterista de La Torre). Mechando temas propios con covers y volcados de lleno al rock & roll y al blues, el conjunto fue en ascenso hasta que, en 1985, la visita de Norberto “Pappo” Napolitano y Vitico, llevó a JAF a integrar el grupo más disruptivo del momento: Riff.

La sociedad fue corta pero fructífera. En los diez meses que estuvo en Riff su presencia fue fundamental para el lanzamiento del disco que la banda tenía entre manos: Riff VII (1985). Dos de las ocho canciones del álbum son de su autoría, entre las cuales destaca «Elena X» por su intervención como vocalista en solitario. Tema inédito en el repertorio de la banda, tanto por ser una de sus pocas baladas, como por la iniciativa de “El Carpo” de ceder el rol de voz principal.

Desvinculado de Riff, JAF encaró su proyecto como solista. El LP Entrar en vos (1989) inició una nueva etapa en su carrera. La compañía disquera RCA Victor lo contrató para realizar Diapositivas (1990), Salida de emergencia (1991), Me voy para el sur (1992), Hombre de blues (1994), Corazón en llamas (1995) y Grandes éxitos (1997).

Con esa seguidilla de lanzamientos, JAF cosechó cinco discos de oro y uno de platino, hizo actuaciones de apertura para Ian Gillian, B.B. King, Billy Idol y Joe Cocker. Además, sacó el hit «Maravillosa esta noche» (adaptación al español de «Wonderful Tonight» de Eric Clapton) que encabeza la lista de canciones más reproducidas del artista en Spotify. Finalizada su relación con la disquera, comenzó un período independiente que se extiende hasta hoy y a partir del cual lleva grabados nueve álbumes de estudio.

Próximo a su recital del 7 de julio en la renovada sala de la Asociación Cultural Mariano Moreno de Bernal, JAF pasó por el aire de El tiempo no para y dialogó con Pablo Martínez sobre sus influencias musicales, las búsquedas artísticas de su nuevo material y lo que se puede esperar de su presentación en Bernal.

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“El audio que tengo en la cabeza es el de Woodstock, lo primero que escuché de Creedence Clearwater Revival o de los Beatles. Luego vino Deep Purple y Led Zeppelin. Y ahí terminé con un poquitito de Rainbow, de Judas Priest, Dio, ZZ Top y Bryan Adams”, relató JAF, respecto a sus principales influencias. También destacó bandas de la escena nacional: Sumo, Los Abuelos de la Nada y Soda Stereo.

El compositor, guitarrista y cantante tiene una sonoridad elástica, que comprende desde los rugidos del blues y el hard-rock hasta baladas líricas, dramáticas, en una tónica que rasca mucho de Whitesnake, aunque a veces roza el folk. Pero siempre, le dijo JAF a Pablo Martínez en tono axiomático, trabaja en base a “ciertos sonidos que se consideran como clásicos en lo que respecta a la guitarra eléctrica y a los instrumentos que la rodean. En lo que a mí respecta serían: el bajo eléctrico, la batería real, de madera, y teclados. Hay otras cosas también como guitarras acústicas, o percusión y coros, pero siempre arrimando al sonido guía de la guitarra eléctrica”.

Sin embargo, en su último disco, Nocivo (2022), este esquema clásico (que puede escucharse en «Perfume de Rock», por ejemplo) convive sin perder la impronta con canciones que incorporan arreglos electrónicos: “Algunos de los temas del disco tienen una percusión cibernética. Yo he grabado en unas pistas esa percusión y toco el bajo y batería arriba de ellas. Esa puesta a punto no es fácil hacerla, lleva tiempo. Pero luego, cuando suenan los temas, veo muchas caras sonrientes por parte del público. Esto significa que hay una sorpresa, hay algo nuevo, hay un sonido nuevo“.

Con todo, JAF se mostró bastante escéptico en relación a la introducción de la tecnología en la industria: “Empezó a plastificarse un poco la situación. Pero quedaron indudablemente los cantantes como un color irreproducible viste. Aunque, bueno… hay tantas cosas ahora que haces rebuznar a un burro y canta [risas]. Por eso cuando cantas en vivo, cuando tocas en vivo, ahí está la verdad. La gente lo sabe, pero aparte de verte tocar, es ver que lo que se hace es concretamente con la mano tuya”.   

A Juan Antonio Ferreyra Quilmes le sienta bien. Recordó junto a Pablo Martínez, que hace 45 años, “cuando tenía 20, 21”, en los inicios de la Banda Marrón, se presentó varias veces en el famoso Moto Bar de Quilmes que estaba ubicado en Hipólito Yrigoyen y Guido.

En la vuelta a la ciudad, el próximo 7 de julio en la renovada sala de la Asociación Cultural Mariano Moreno de Bernal, JAF promete traer, además de su amplio repertorio con clásicos y novedades, “un momento de comodidad, de relax, un momento de disfrutar canciones, pero sobre todo de disfrutar del submundo energético en el cual nos vamos a meter en La Moreno”.

Acá podés escuchar la entrevista que le hizo Pablo Martínez a JAF en El tiempo no para.